viernes, 17 de diciembre de 2010

Animo amigo, que de peores has salido

Mi amigo y socio en la aventura bulgara, Martin, ha tenido, segun el, un "jamacuco" propio de la edad, seguro que saldra bien parado, estuvimos cinco años "viviendo peligrosamente" y ha quedado claro que tenemos un Angel de la guarda que se lo ha currado, es de suponer que seguira con su trabajo ¡animo!
¿te acuerdas de esta?

Salimos desde Valencia con un motor , un generador y varias cajas de material náutico hacia la Rochelle en Francia, para cargar los mástiles, botavaras y jarcias de tres barcos en "Z-Spars", fabricante de los mismos, el líquido de frenos goteaba y ya nos había dado más de un susto (sobre todo al que se veía venir encima al Land Rover), afortunadamente un trabajador de Z-Spars tenía uno y nos llevo hasta su mecánico, éste nos hizo una reparación de emergencia y nos advirtió que teníamos que cambiar la bomba, pero que si no íbamos muy lejos nos aguantaría, cuando le dijimos donde íbamos...., en Z-Spars hicieron venir a un fotógrafo para inmortalizar la carga y salida del Land Rover, nadie sabia como cargar todo aquello, no nos imaginábamos que abultase tanto..., y pretendíamos atarlo con ¡cabos!, apareció la dueña de Z-Spars y se puso a dirigir la carga, envió a comprar cinchas con carraca y en poco tiempo estaba todo lo mejor que se podía tener, pasábamos los 16 metros de largo, anochecía pero no teníamos más remedio que salir, al poco de entrar en la autopista empezó a salir humo del salpicadero y nos quedamos sin luces, se había quemado el interuptor corta-larga, uní los cables de la corta y continuamos, vuelta a bajar toda Francia a 60km/hora, en Niza dormiríamos en casa de un familiar de Martín, sería la única noche que pasaríamos en una cama, la que organizamos por las calles de Niza no la cuento para no extenderme mucho.....


En las cuestas no hacíamos más de 20 km/h y así toda Italia hasta Brindisi, alli nos esperaba el casco antiguo de la ciudad que había que atravesar para llegar al puerto..., algún golpe dimos a los coches que estaban aparcados y alguien llamó a la policía que finalmente acompañada de algunos vecinos nos encontró en la cola para embarcar, al otro lado del Adriático había una guerra y un policía con vocación de Serlok-Holmes pensó que llevábamos lanza mísiles..., tuvimos que destapar algún mástil..., al final nuestro seguro se hizo cargo de los desperfectos y pudimos embarcar..., sí, pero había que meter el Land Rover marcha atrás en el barco..., los camioneros amablemente trataban de ayudarnos..., derecha...., no no izquierda..., finalmente el Land Rover y su remolque quedaron aparcados en la bodega del ferry.......


.Esta vez desembarcamos en Patraxos, con semejante artefacto no podíamos atravesar Grecia por la montaña, teníamos que bordear todo el Peloponeso por la única autopista que había en Grecia, el viaje hasta Tesalónica se desarrolló sin incidencias, aparte del tiempo lluvioso y de que nos despistamos con las indicaciones y nos metimos hasta el centro de Atenas..., una vez pasada Tesalónica ya no te libras de la montaña y conforme íbamos subiendo empezamos a encontrar nieve..., y más nieve, que sería en Bulgaria, llegamos a la frontera de noche y Mariel que tenía que estar allí para explicar a los aduaneros que era todo aquello no estaba, esperamos y esperamos, como pudimos nos enteramos que el temporal de nieve había roto las líneas de teléfono, como no podíamos quedarnos en tierra de nadie cruzamos la frontera y a base de hacer dibujos de barquitos la policía nos dejó pasar ¡increíble! delante de nosotros estaban haciendo descargar camiones enteros.....,


No nos atrevimos a continuar de noche y por las carreteras Búlgaras, por llamarlas de alguna manera, así que nos abrigamos bien, encendimos el camping-gas que llevábamos para cocinar y nos decidimos a pasar la noche dentro del Land Rover a 11º bajo cero, cerraron el único bar o algo parecido que había y nos quedamos nosotros, un taxi y una prostituta, solos en aquella inmensa explanada sin una sola luz, el paisaje me recordaba a la película del "Doctor Zhivago"..., y sin querer nos convertimos en únicos testigos de un desagradable incidente entre la chica, el taxista y un grupo de mafiosos que apareció a bordo de lujosos BMW, tuvimos que apagar el camping-gas para no ser descubiertos y apenas nos atrevíamos a respirar para que el vao no nos delatase, afortunadamente no pasó nada....con el amanecer continuamos camino hacia Sofía, sólo se podía circular con la tracción a las cuatro ruedas a 20 km/hora, el remolque derrapaba peligrosamente arrastrando con él al Land Rover, los autobuses y camiones estaban parados y cualquier intento de ponerse en circulación terminaba con un peligroso deslizamiento hacia la cuneta, ¡éramos los únicos que avanzábamos!, a 30 km de Sofia la bomba del líquido de frenos dejó definitivamente de funcionar, Martín y su hijo se quedaron en el Land Rover y yo llegué hasta Sofía en auto-stop, ¿un camión grua?, imposible hoy es Domingo por la tarde y como no hay nada que hacer ni a donde ir, la gente se queda en casa y bebe wodka hasta caerse..., y así era, fuimos de puerta en puerta y no conseguimos encontrar ni un solo conductor sobrio, volví con Mariel hasta donde estaba el Land Rover e intentamos remolcarlo todo con el viejo Mercedes de Mariel, paraba dos veces al día en la gasolinera a repostar... ¡aceite!, el invento no resultó y como nosotros estábamos casi congelados nos fuimos a Sofía con el Mercedes y allí se quedó Mariel guardando nuestro valioso cargamento, pero algo le hizo a la bomba y a última hora del día llegaba a Sofía.




En el astillero el tiempo no era mejor, el panorama era desolador, los barcos llenos de nieve y agua, luego dicen que se oxidan, el primero que aparece es el Alitan 37, debajo el Alitan 53.

2 comentarios:

  1. Vaya aventuras . Ahora te acuerdas y te ries, eso está bien.
    Algún día , cuando seamos viejecitos, nos las contaremos todas.
    Ahora no, ahora hay que seguir inventandolas.

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  2. Hola Ana

    Pues para reunirnos en un parque sentados en un banquito bajo el sol ya no nos queda mucho... je je je humor aparte, habra que seguir inventando ¡que remedio!

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